El profesor de la Universitat de València José María Peiró ha dirigido, por encargo de Umivale, un estudio en el que analiza la incidencia del ciclo económico en la tasa de incapacidad temporal (IT). Coloquialmente conocida como absentismo laboral por motivos de salud, la IT ha ido aumentado considerablemente en España, a medida que la economía se fue recuperando durante el período 2014-2019.

El informe lleva por título “Los cambios en la tasa de incapacidad temporal antes, durante y después de la crisis económica”. Junto al profesor Peiró, miembro del Instituto de Investigación en Psicología de los Recursos Humanos, del Desarrollo Organizacional y de la Calidad de Vida Laboral de la Universitat de València (IDOCAL) han participado en el estudio los investigadores Tobias Hauth y Juan M. Mesa.

Mientras en 2013 se perdía el 2,70% del tiempo de trabajo de los empleados españoles debido a una baja por enfermedad o accidente, este indicador fue aumentando gradualmente hasta el 4,12% en 2019. Este incremento, afirma el informe, supone un elevado coste tanto para el sistema público de salud como para las empresas, estimado en unos 42.530 millones de euros durante el año 2019, equivalente al 3,42% del PIB del mismo año, y ello representa un lastre para la competitividad de la economía española. Para los investigadores, “el dato de que de promedio ese año 787.747 empleados españoles no acudieron al trabajo todos los días del año por IT visualiza incluso más la magnitud del fenómeno”.

El objetivo principal de la investigación explica el profesor Peiró, “es iluminar las posibles razones de ese aumento de la IT, concurrente con la salida de la crisis económica en España y explorar las vías de mejora a través de la consideración de los puntos de vista de distintos actores relevantes y grupos de interés. Además de contribuir al entendimiento de las diferentes interpretaciones y posiciones sobre este fenómeno de esos distintos grupos y a la comunicación constructiva y fructífera entre ellos”. Para llevar a cabo el trabajo, los investigadores invitaron a 79 participantes de diferentes colectivos: empresas, abogados y mutuas, organismos públicos (Agencia Valenciana de Salud, Inspección de Trabajo, INSS, INVASSAT y Juzgados de lo Social), así como miembros de las organizaciones sindicales. Los asistentes fueron agrupados en once mesas redondas, o focus group, que abordaron las diversas temáticas del problema con una metodología de discusión semiestructurada. Posteriormente se analizaron las intervenciones mediante un programa de análisis de datos para los elementos cuantitativos y además se realizó un análisis cualitativo de las aportaciones.

La IT es una situación laboral que está prevista cuando un trabajador está impedido para trabajar por enfermedad o accidente y recibiendo asistencia sanitaria. Diversos participantes señalan que no toda situación con alteración de la salud conlleva necesariamente una IT. En el proceso de decisión se ha de tomar en consideración las condiciones y características del trabajo a desempeñar junto con la condición de la persona. Es importante señalar, recuerda el informe, que la IT suele conllevar una prestación de la Seguridad Social, con el fin de aliviar la merma salarial que pueda significar una baja para un trabajador. Los informantes al analizar este fenómeno han considerado tanto el uso adecuado de la misma como el abuso que se produce cuando un trabajador se encuentra en situación de IT sin que concurran los criterios sanitarios y legales de la misma.

Sobre el análisis cuantitativo de los datos de contribuciones realizadas según las temáticas, el informe destaca que los tres mecanismos explicativos del incremento de la IT más referidos entre casi todos los colectivos han resultado: la inseguridad del empleo, el deterioro en las condiciones laborales y los cambios legislativos.

En el análisis cualitativo, los investigadores constatan que durante las reuniones de grupo los participantes plantearon un amplio abanico de interpretaciones y explicaciones causales sobre la evolución de la tasa de IT. El análisis comienza por distinguir las dos fases principales del ciclo económico, la recesión (aproximadamente entre 2008 y finales de 2013) y la subsecuente expansión (desde finales de 2013 hasta 2018). Por la fase de la recesión los participantes proporcionaron dos mecanismos fundamentales para explicar la reducción de los niveles de IT. Primero, destacan que los criterios a la hora de aplicar despidos colectivos eran, entre otros, los niveles de compromiso y absentismo de los trabajadores. Con el despido de trabajadores con niveles elevados de absentismo, posiblemente las empresas se quedaron con plantillas con menores tasas de absentismo. Los mismos despidos empeoraron la situación en el mercado laboral, generando una inseguridad de empleo que, según los informantes, hizo que los trabajadores fueran más reticentes a solicitar bajas. Siendo el resto de condiciones las mismas, una población trabajadora que goza de mejor salud, con más compromiso y que además está reticente a solicitar bajas por la situación difícil del mercado laboral puede haber producido la bajada de la IT en la primera fase de la crisis económica.

Sin embargo, según señala el informe, para explicar la subsecuente subida de la IT saliendo de la crisis durante los años de expansión, los informantes abrieron un abanico más amplio de posibles explicaciones. Según indican, en esa fase las empresas volvieron a contratar más trabajadores con dos efectos principales en la IT: primero, aumentó la percepción de seguridad en el empleo que hizo que los trabajadores ya no fueran tan reticentes a solicitar bajas y segundo, probablemente se incorporaron en mayor medida en la población trabajadora empleados con posibles problemas de salud o con una tendencia hacia mayores tasas de absentismo. Además, como medida de ajuste a la crisis y facilitado en parte por la reforma laboral del 2012, los participantes destacaron que las empresas paulatinamente redujeron la calidad de las condiciones laborales durante la fase de expansión, con consecuencias adversas para la salud de los trabajadores. Esto, explican los investigadores “ha ido generando una percepción de injusticia y desequilibrio entre los empleados, que algunos pudieran haber intentado reequilibrar a través de una IT. Finalmente, también los cambios en el sistema público de salud como los nuevos partes de confirmación (2014) y la reducción de recursos para el sistema provocado por la contención del gasto, pueden haber contribuido al aumento de la IT”.

[UNIVERSITAT DE VALÈNCIA]