El 75 % de las diferencias de longevidad de una persona a otra depende de factores ambientales.

Los próximos 1 y 2 de marzo, la Fundación Ramón Areces, la Academia de Psicología de España y la Fundación General CSIC organizan el simposio internacional «Longevidad y comportamiento: ¿es el comportamiento un factor interviniente en la longevidad?», que tendrá lugar en el auditorio de la Fundación Ramón Areces en Madrid (calle Vitruvio, 5) a partir de las 9:30 horas.

La coordinación científica de este encuentro corresponde a Rocío Fernández-Ballesteros, profesora emérita de la Universidad Autónoma de Madrid. «La esperanza de vida al nacer en países de nuestro entorno se incrementa en, aproximadamente, dos meses por año y no existen indicios de que ello vaya a disminuir; es más, cada vez encontramos más personas centenarias», explica.

Asimismo, añade que «lo más importante es que cada vez más personas llegan a edades avanzadas de la vida con buena salud y activos. Según los biodemógrafos, mientras sólo un 25 % de las diferencias en longevidad son debidas a la genética, un 75 % depende de variables ambientales. Cada individuo es un agente activo de su propio envejecimiento».

Entre los ponentes internacionales que intervendrán en este simposio destacan Rikke Lund, del Departamento de Salud Pública y Centro de Envejecimiento Saludable de Dinamarca; Margaret L. Kern, de la Universidad de Melbourne (Australia), y Linda S. Gottfredson, de la Universidad de Delaware (Estados Unidos).